Uno busca hacer las cosas bien, es más por momentos uno es un perfeccionista de sus actos y cuida los detalles para que todo salga como lo esperado, como lo planeado...
Pero hay situaciones o momentos que no dependen de la buena voluntad, de la predisposición, de la onda que uno ponga...
Y es ahí cuando pinta el bajón, el nudito en la garganta, la impotencia...
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